EL ANFITRIÓN
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo Este banquete no lo hemos preparado nosotros, no es una cena de amistad como las que solemos hacer con frecuencia. Hemos sido invitados por un rey que quiere celebrar la boda de su hijo, y que nos ha enviado este mensaje: «Mi banquete está preparado, he matado becerros y cebones, y todo está a punto; venid a la boda» (Mt 22,2-4). ¿De qué rey y de qué hijo se trata? ¿Quién es la novia? ¿Por qué me ha invitado a mí? ¿Cómo va a ser el banquete? De momento descubramos quiénes son ese rey y su hijo que nos invitan.
1. LA EUCARISTÍA, OBRA DE LA TRINIDAD
Ciertamente, hay que comenzar advirtiendo que este banquete nupci
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