Oraciones de Fátima
Las oraciones enseñadas en Fátima por el Angel y por Nuestra Señora ayudan a viver el mesaje, que como dice el Papa Juan Pablo II, es de conversión y da vivencia en la gracia de Dios (Fátima, 1982).
ORACIONES DEL ANGEL
«Dios mío, yo creo, adoro, espero y Os amo. Os pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan y no Os aman.»
«Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, Os adoro profundamente y Os ofrezco el preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Jesucristo, presente en todos los sagrarios de la tierra, en reparación de los ultrajes, sacrilegios e indiferencias con que El mismo es ofendido. Y por los méritos infinitos de su Santísimo Corazón y del Corazón Inmaculado de María, os pido la conversión de los pobres pecadores.»
Las oraciones enseñadas en Fátima por el Angel y por Nuestra Señora ayudan a viver el mesaje, que como dice el Papa Juan Pablo II, es de conversión y da vivencia en la gracia de Dios (Fátima, 1982).
ORACIONES DEL ANGEL
«Dios mío, yo creo, adoro, espero y Os amo. Os pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan y no Os aman.»
«Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, Os adoro profundamente y Os ofrezco el preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Jesucristo, presente en todos los sagrarios de la tierra, en reparación de los ultrajes, sacrilegios e indiferencias con que El mismo es ofendido. Y por los méritos infinitos de su Santísimo Corazón y del Corazón Inmaculado de María, os pido la conversión de los pobres pecadores.»
ORACIONES DE NUESTRA SEÑORA
La Hermana Lucia cuenta en la 4.ª Memoria, que Nuestra Señora, en la aparición del 13 de julio de 1917, les recomendó:
«Sacrificaos por los pecadores, y decid muchas veces, en especial cuando hagáis algún sacrificio: Oh Jesús, es por vuestro amor, por la conversión de los pecadores y en reparación por los pecados cometidos contra el Inmaculado Corazón de María.»
En la misma aparición, Nuestra Señora volvió a insistir:
«Cuando recéis el rosario decid, al final de cada misterio: Oh Jesús mío, perdónanos, líbranos del fuego del infierno, lleva al Cielo a todas las almas, especialmente las más necesitadas”
La Hermana Lucia cuenta en la 4.ª Memoria, que Nuestra Señora, en la aparición del 13 de julio de 1917, les recomendó:
«Sacrificaos por los pecadores, y decid muchas veces, en especial cuando hagáis algún sacrificio: Oh Jesús, es por vuestro amor, por la conversión de los pecadores y en reparación por los pecados cometidos contra el Inmaculado Corazón de María.»
En la misma aparición, Nuestra Señora volvió a insistir:
«Cuando recéis el rosario decid, al final de cada misterio: Oh Jesús mío, perdónanos, líbranos del fuego del infierno, lleva al Cielo a todas las almas, especialmente las más necesitadas”