"Después de despedir a la gente, subió al monte a solas para orar; al
atardecer estaba solo allí."
( Mateo 14 23)
A veces el ritmo de vida que llevamos va muy
acelerado, permitimos que todo lo que nos rodea tome control de nuestra vida y
ahora vivimos para lo que nos rodea y no para disfrutar de la vida.
La voluntad de Dios al darnos vida es que podamos
disfrutarla a su lado, pero lastimosamente muchos en momentos determinados de
nuestra vida, permitimos que el afán de la vida y la monotonía se conviertan en
el pan de cada día.
A veces las responsabilidades laborales,
ministeriales o familiares pueden estar siendo una carga muy difícil de
sobrellevar, y es que esto se da cuando nos permitimos gobernar por todo lo que
nos rodea, olvidándonos que como humanos que somos no podremos con todo si es
que no tomamos un descanso merecido.
A través del Nuevo Testamento podemos aprender de
Jesús que a pesar que lleva una vida de Ministerio un poco acelerada, visitando
muchos lugares, haciendo milagros, prodigios y predicando a multitudes, siempre
tomaba un tiempo para estar a solas, para orar, para hacer su devocional, para
refrescarse en la presencia de su Padre Eterno.
¡Cuánto necesitamos nosotros de
esos tiempos maravillosos en donde podemos encontrarnos con nuestro Padre
Celestial!
¿Cuándo fue la última vez que te diste un tiempo
para estar a solas con el Señor, separado de todo afán que te rodea?, ¿Cuándo
fue la última vez que dedicaste unos minutos a sentarte y a escuchar una
hermosa alabanza de adoración, mientras meditabas en ella y permitías
refrescarte en el rio de su Espíritu?
A veces se nos olvida que necesitamos tiempos de
descanso, en donde por un momento nos olvidemos de todo lo que nos rodea y
podamos estar a solas con El.
Y es que el problema de no tomar un tiempo de
descanso es que el afán y el cansancio físico, mental y espiritual nos puede
llevar a vivir una vida desordenada, sin un verdadero sentido y lo peor de todo
nos puede alejar de la comunión que Dios desea que tengamos con El.
Hoy es un buen día para comprender que Dios me
está llamando a intimidad, que El anhela que le dedique unos minutos de mi
tiempo, El quiere hablar conmigo, El quiere hablar contigo, El quiere que por
un momento descanses en El, que eches toda tu ansiedad sobre El, porque El
cuidara de ti, El quiere darte paz, esa que sobrepasa tu entendimiento, pues
después de un encuentro especial con El, nuestra vida nunca es la misma.
Tu sabes que necesitas un descanso, ¿Qué esperas
para dedicarle unos minutos de tu tiempo preciado al que ha dado TODO su
tiempo para ti?
Hoy
Dios quiere que descanses en El.
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