"¡Bendito sea
el Señor día tras día! El carga con nosotros, Dios de nuestra salvación.¡” (Salmos 68 20)
A veces llevamos una vida tan acelerada que no nos
percatamos de los detalles que Dios nos da a través de la misma vida.
Y es que hoy en día pareciera que cada uno busca su
propio provecho y satisfacciones y dejamos a un lado aquellos pequeños detalles
que hacen que podamos disfrutar de lo que Dios nos ha dado.
¿Te ha pasado que valoramos a las personas hasta que
ya no las tenemos con nosotros?, y es que de eso es lo que te hablo, de que hay
detalles en nuestra vida que no alcanzamos a valorar, quizá porque pensamos que
siempre estarán allí o porque simplemente no nos damos cuenta de la bendición
que eso es para nuestra vida.
Al igual que no valoramos las cosas, hasta que las
perdemos, por ejemplo a lo mejor no valoras tu casa hasta que por alguna razón
la perdiste y te quedaste sin una. Esos pequeños detalles que no alcanzamos a
valorar son los que hacen que nuestra vida avance positivamente.
No valoramos nuestra salud, hasta que nos enfermamos y
la perdemos, entonces es allí en donde añoramos estar como antes, vigorosos y
con mucha salud, pero esos pequeños detalles son los que realmente importan en
la vida.
Dios nos regala pequeños detalles que son tan
importantes para nuestro diario vivir y que lastimosamente no valoramos como
tales, por lo que en este día quiero invitarte a valorar cada cosa que Dios te
dé, por pequeña que a ti te parezca, pero que realmente son tan importantes para
tu vida.
Dios te regala salud, te da provisión, lo necesario
para vivir, te ha dado amigos que te estiman, familia que está allí, hermanos
en tu congregación que oran por ti, te ha dado talentos especiales, dones
hermosos y que muchas veces no estamos valorando como tales.
La mayoría de personas que mantienen un mal humor o un
carácter demasiado fuerte, es porque no han entendido que los detalles
"pequeños” de la vida son los que nos inundan de una sonrisa hermosa.
Hoy yo quiero valorar cada cosa, por pequeña que
parezca, quizá no tengamos todo lo que quisiéramos, quizá las cosas no salgan
como nos gustaría que salieran, pero aun en medio de todo eso Dios nos ha
regalado detalles asombrosos, como el hecho de regalarnos vida como para poder
en este momento leer esto y ese pequeño detalle es tan valioso porque significa
que cada día nos da la oportunidad de escucharlo, de sentirlo y sobre todo de
tener la certeza de que está a nuestro lado.
Hay detalles en tu vida que hasta hoy no valorabas,
pero que Dios quiere que te des cuenta de las cosas hermosas que están a tu
alrededor, que de perderlas sería un golpe bajo para tu vida, por lo cual
¡Valora lo que tienes! Y ¡Dale gracias al Señor!
Vivamos cada día agradecidos por esos detalles
hermosos, como el aire que respiramos, como los ojos que nos permiten ver sus
maravillas, como el hecho de que nuestro pensamiento está inundado de Él o el
simple hecho de vernos al espejo y notar que tenemos la salud necesaria para
estar de pie y luchar por lo que anhelamos.
Ya no es hora de quejarse por lo que no tenemos o
lamentarse por lo que tuvimos y perdimos, ahora es un buen día para comenzar de
cero y empezar a valorar cada detalle que Dios permita que nuestra vida
experimente.
¡Dios llena de detalles hermosos tu
vida, por lo tanto agradece cada uno de ellos!
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