"El que cree en mí, como dice la escritura, de su interior correrán ríos de agua viva” (Juan 7 38)
La influencia del Espíritu Santo en nuestra vida es sin medida. La Biblia señala que "ríos de agua viva correrán” por nuestro ser. Es interesante el saber que nuestra vida ya no es un depósito de escasos recursos; por el contrario es ahora un cauce de infinitos e inagotables recursos.
La Palabra señala que no sólo es un río, sino ríos correrán de su interior, dándonos a entender que la corriente es copiosa y abundante. A todo el que le recibe como Salvador y Señor, Cristo le otorga un don más que suficiente, que le brinda plena satisfacción, ¡el bautismo en el Espíritu Santo! Jesús le dijo a la mujer junto al pozo de Sicar: "el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna.”; por ende esa vida abundará en bendiciones hacia los demás. De estos dos pasajes entendemos entonces que fuente y ríos son dos términos que enfatizan el alcance de la obra poderosa del Espíritu Santo en la vida del creyente.
Por consiguiente, este es el significado de "la plenitud del Espíritu”: Hemos de poseer vida, pero una "vida abundante”.(Juan 10,10) Hemos de poseer gozo, pero plenitud de gozo. (Salmos 16,11) Hemos de recibir paz, pero una paz que sobrepasa todo entendimiento. (Filipenses 4,7) Nos corresponde, entonces llevar fruto espiritual, y más aún, abundante fruto. (Juan 15,2) Todo esto muestra la diferencia entre aquel que va por la vida tropezando y cayendo y el que disfruta de una estrecha relación con el Señor y con su Santo Espíritu.
Notamos que el verso nos habla de frescura. Cuando el verso dice "correrán ríos de agua viva” esto es indicativo de que es agua que no está estancada, que no puede corromperse porque está en constante acción y movimiento. La vida del Espíritu tiene un ritmo, se recibe y se da; sin embargo, nunca podremos dar lo que no hemos recibido. El Espíritu Santo ha de suplir mis propias necesidades (mi carácter cristiano), pero también me ayudara a suplir las necesidades de otros (ganar almas para el reino). A continuación añado el paralelismo que hay entre gálatas capitulo 5 sobre el fruto del Espíritu y en 1 Corintios 13, las virtudes del amor:
El amor es sufrido –paciencia. El amor es benigno –benignidad. El amor no tiene envidia –bondad. El amor no es jactancioso, no se envanece –mansedumbre. El amor no busca lo suyo, no se irrita –templanza. El amor se goza de la verdad –gozo. El amor todo lo cree, todo lo espera –fe.
Mi pregunta para ti es: ¿Anhelas sinceramente recibir la plenitud del Espíritu Santo? ¿Estás cansado de la rutina que llevas? ¿Te atreverías a abandonarte en las manos del Señor y dejar de ser un cristiano de domingos? Jesús expuso con toda claridad la invitación para este llamado: "Si alguno tiene sed, venga a mí y beba” (Juan 7,37.)
Dios está esperando que contestes afirmativamente para bendecirte y satisfacer tú alma con una experiencia refrescante, nueva, plena e inundar tu alma de gozo y alabanza.
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